Juan Astica. Pinturas 2007 - 2018

La exhibición, curada por Cecilia Cavanagh, directora del Pabellón, está integrada por más de una treintena de óleos y acrílicos, muchos de ellos de gran tamaño, que conforman -en palabras de la curadora, “una cautivantes muestra de ‘perplejidades’ o ‘propuestas’ reflejadas en las distintas series desarrolladas por el artista durante la última década”.

La indagación de Astica, y su descubrimiento de nuevos procedimientos, la experimentación en relación al pensamiento pictórico, lo lleva pausadamente al proceso de la obra en series. Estas van mutando, se van transformando, van cambiando. Un artista que, escapándose de las explicaciones o al entendimiento, se va inventando en el hacer.

Juan Astica manifiesta: "Pintar es un proceso muy complejo a través del cual lentamente se va revelando una imagen imposible de conocer de antemano. Una imagen que va adquiriendo cuerpo poco a poco a través de un trayecto incierto, en el que está en juego, entre otras cosas, la fe del pintor, una fe que está más allá de los fenómenos coyunturales de la misma. Se trata además, de una imagen esquiva, imposible de atrapar cuya persecución es pintar."

Astica parte de los elementos de la pintura, los materiales, las superficies, las texturas, el color, el espacio, hacia lo desconocido. Con una pincelada, como impacta el pincel sobre la tela, que puede ser de diversas maneras: una caricia o una provocación, con rapidez o lentitud, larga o corta, pesada o liviana. Las pinceladas pueden estar programadas, pero la tensión de fuerzas entre lo programado y lo que va pasando en el momento, es lo que le va dando vida a la obra. A medida que avanza la obra, esas fuerzas van encontrando su lugar. También el barrido y el "splashing" (chorreaduras), nunca el "dripping" (goteo), recorren las obras en exposición. Como las amplias pinceladas de negro sobre papel, en Horizontal 120 y 122, que dejan fluir la sugestión de la imagen proyectada, en una serie que alude a un bosque profundo e impenetrable. O en Horizontal 157 y 158, el trazo vital y ancho del barrido, que se ve de frente y de fondo, es primordial. En un ir y venir, sin complacencias, surge ágil, irradiando sus vibraciones en la totalidad de la tela.

La expresiva espontaneidad en el uso de los negros y los blancos, y de un colorido sensual y gozoso en sus pinturas, es protagonista. En B & N 01, 02 y 03, Astica aplica el blanco y el negro con soltura, con pinceladas y chorreadas estrechas, recorriendo el lienzo en movimiento enérgico y produciendo un sentimiento de apasionada intensidad. En 112 las pinceladas más gruesas en diferentes matices de blanco, danzan con una suave paleta de colores que intentan asomar. Las barridas de blanco, en un exceso de luz que vela trazos de colores como ocultando algo detrás, se aprecia en otra de las series. En Vertical 18 y 19, las pinceladas dinámicas de negro, y el chorreo caluroso de naranja y amarillo, amplían su campo y generan luminosidad dentro del mismo negro.

 

Juan Astica
Pinturas 2007 - 2018

Desde el 27 de junio al 15 de julio de 2018
Inaugura: 18.30hs

Pabellón de las Bellas Artes de la UCA
Alicia Moreau de Justo 1300
Ciudad Autónoma de Buenos Aires