Andrea Moccio. Exuvia

Un gran manto de apariencia extraña se impone suspendido en el Foyer. Andrea Moccio trabaja el papel, un material básico de su formación de grabadora, pero lo aleja del plano para producir retículas monocromas expansivas, volúmenes que conforman una trama de entrañas de guirnaldas sumergiéndonos en sensaciones ambiguas.

Andrea Moccio
Nació en Buenos Aires en 1964. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en los talleres de Matilde Marín y Alfredo Portillos. Trabajó en los talleres interdisciplinarios de Christian Boltanski, en la Escuela de Bellas Artes de París y en el taller de edición de obra gráfica en serigrafía de Manuel Bello, en el Centro Arteleku, de San Sebastián, España. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en el Museo del Barrio de Arte Latinoamericano de Nueva York, el Centro Cultural Kirchner, la Fundación Klemm y la Fundación OSDE, entro otros. Ha recibido varios premios, entre ellos el Primer Premio del Salón Nacional de Grabado en 2018 y la Beca Subsidio de la Fundación Antorchas. Sus obras forman parte de colecciones tanto nacionales como internacionales.

Texto curatorial
El título alude al proceso por el cual algunas especies se despojan de una piel o cutícula externa, renovando sus ciclos vitales. Andrea Moccio trabaja el papel, un material básico de su formación de grabadora, pero lo aleja del plano para producir retículas que se expanden y multiplican como volúmenes blandos de apariencia orgánica. La fragilidad de este material del que están hechas las guirnaldas, se refuerza en una colaboración virtuosa por medio de agrupamientos que mantienen la trama o se contraen logrando una apariencia única que modifica el esquema original.

Casi un muro, formidable manto blando y monocromo que pende desde un lugar fijo, la obra de Andrea guarda relación con esa piel que señala un resto del mundo animal. Contiene la misma analogía que presenta el devenir de la vida como un tránsito que no se interrumpe ni se abandona y se transforma a pesar de su degradación. La luz cenital sumado al recorrido de escalinatas y balcones del foyer permiten entrever las transparencias o las densidades del tejido, partes de un plan que descansa en una estructura de sostén posibilitando una actividad sutil en constante interacción con el espacio y el espectador.

Una metáfora del tiempo que descansa en un material noble con una plasticidad única.

Pilar Altilio

 

Andrea Moccio
Exuvia

Desde el 7 de febrero de 2020
martes a jueves de 14 a 19 h
viernes, sábados, domingos y feriados de 10 a 21 h
Lunes cerrado.
Los días 17, 18 y 19 de Febrero permanecerá cerrado.
Sala Laberinto

Usina del Arte
Caffarena 1, esq. Pedro de Mendoza
Ciudad Autónoma de Buenos Aires