Agustina Chaufan. Tempestades

Alguna vez dije que en la obra de Agustina Chaufan se manifiesta la “belleza de lo imperfecto”. Y la definición da cuenta de un grupo de recursos plásticos y estéticos que colaboran para armonizar opuestos complementarios, efímeros balances a los que la artista accede cual equilibrista, milimétricamente diseñando cada pieza para contener un aparente caos de referencias espacio temporales, cromáticas y figurativas, en una red inestable pero lo suficientemente fuerte como para orientar al espectador dentro de una naturaleza surrealista.

Tempestades es la primera muestra individual de la joven artista argentina, pensada desde un principio como sitio específico para el Palacio de Aguas Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires. Como si a su juego la llamaran, las olas, el movimiento infinito de los mares y las aguas todas, es objeto de interés y representación permanente a lo largo del hacer creativo de Agustina Chaufan. En esta oportunidad, se reúne un corpus de piezas en formato medio, todas ellas en papel trabajado con técnicas mixtas. Aguas apasionadas que salen del confinamiento otorgado por los marcos, para desplegarse en una suerte de tótems que operan como paredes en la sala de arte contemporáneo, cobrando así dimensiones monumentales a partir del despliegue de un detalle como motivo que nos lleva de lo micro a lo macro, recibiendo y haciendo parte del relato al espectador, al sumergirlo en ese mundo sutil y pequeño que la artista dibuja de manera exquisita. Pero una tercera instancia pone a las obras en acción: ya no alcanza con verlas todas juntas en las paredes formando un conglomerado colorido, una suerte de retratos de mares más o menos apasionados, y tampoco alcanza con un potente zoom in donde ese detalle se despliega en un mural compartimentado en 6 espacios, sino que las obras se agitan y cobran vida en un video repetido ad infinitum el cual, sin pedir permiso, capta la atención del visitante y lo envuelve en un sonido que lo remite inmediatamente a un escenario natural, implantado en el centro de la sala.

Tempestades nos presenta un temperamento efervescente, curioso, una mirada incansable, muchas veces abrumadora, es un reflejo de un sentir y hacer –los de la propia artista- inquietos pero sistemáticos, complejos aunque sencillos, bellos en su imperfección y apoyándose justamente en ella para potenciar su atracción. Será tarea entonces del espectador el identificarse, o no, con esas pasiones intempestivas que en definitiva, en algún momento de nuestras vidas, nos atraviesan a todos.

María Carolina Baulo

 

Agustina Chaufan
Tempestades

Desde el 18 de marzo al 30 de junio de 2022

Palacio de Aguas Corrientes
Viamonte 1951 1er Piso
Ciudad Autónoma de Buenos Aires